La Voz en off en el cine, recurso perfectible.

La voz en off es uno de los recursos cinematográficos más conocidos por todos, aunque no estuvo exento de polémica durante buena parte de la historia del cine, al considerarse un elemento “no-cinematográfico”, y más de uno defiende que “si utilizas una voz en off es porque no eres capaz de transmitir con imágenes lo que deberías, y necesitas la explicación”. Otras veces, el recurso de la voz en off es utilizado sin necesidad, siguiendo la pauta que es una máxima en Hollywood según la cual el espectador no debe pensar por sí mismo, y hay que dárselo todo bien masticado, así que la voz en off acaba redundando en lo que se está viendo.

A partir de los años 30 empezó a utilizarse con cierta asiduidad este recurso, y son recordadas películas como El cuarto mandamiento (1942), Cantando bajo la lluvia(1952) o El Crepúsculo de los Dioses (1950), que además rompió los esquemas de la época, comenzando con la muerte del protagonista, y su propia voz en off indicando que había muerto. Toda una revolución para el cine de los cincuenta.

Hay muchos ejemplos de grandes películas que incorporan la voz en off y se confirma como un acierto, como pueden ser Apocalypse Now (1979), Amèlie (2001) o, una de las más creativas, utiliza este recurso, como es El club de la pelea (1999). Además de ser una espectacular película, la voz en off ayuda a crear esa ilusión que rodea toda la película, citando además frases literales de la novela en la que se basa (por cierto, también considero El Club de la lucha como una de las mejores transposiciones de la literatura a la gran pantalla). Otro ejemplo, bastante acertado a mi parecer, pero tras una película que no es tan genial, sería la reciente El Gran Gatsby (2013), que también posee una voz en off con fragmentos literales de la novela original de Scott Fitzgerald, pero nos ofrece una película más encorsetada y demasiado superficial (incluso para la novela de los años 20).

En definitiva, es un recurso arriesgado, a pesar de lo instaurado que se encuentra en la actualidad, y hay bastante más ejemplos de malos usos de la voz en off que de lo contrario. Personalmente, pienso que este recurso tiene que estar justificado, como podría ser el caso de novelas escritas en primera persona y adaptadas al cine (el caso de Los Juegos del Hambre, que no termina de explotar bien este recurso), para transmitir esa cercanía con el lector/espectador.

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